Procesionaria del pino

¿Qué es la procesionaria del pino?

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es la oruga de una mariposa nocturna que afecta a todas las especies de pinos y cedros.

Debe su nombre de procesionaria a su  desplazamiento en procesión, cuando se trasladan de los árboles a tierra.

Sus nidos son fácilmente identificables, en forma de bolsa sedosa, y se sitúan en las  acículas de los pinos. Constituye la plaga más importante de los pinares mediterráneos.

Daños que provoca

Las orugas se alimentan en invierno de las acículas de pinos y cedros, provocando que éstas se sequen y caigan.

El daño más importante lo hacen desde el final del invierno hasta mitad de primavera, cuando las orugas son más grandes y voraces. Producen la defoliación de los árboles que, aunque rara vez acaba en la muerte del pino, lo debilita en gran medida, facilitando el ataque posterior de otras plagas.

Otro daño importante son las urticarias y alergias en personas y animales domésticos, ya que las orugas están recubiertas por unos pelillos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, produciendo irritación en piel, ojos y nariz.

Métodos de control

Extirpar los bolsones e incinerarlos

Se corta la rama justo por debajo del bolsón y se quema. Existen"tijeras orugueras", colocadas en el extremo de una pértiga de 3-4 m.

Se realiza entre septiembre y febrero.

Barreras físicas

Colocar un cono de plástico semirrígido alrededor del tronco a una altura mínima de 1,5 metros, para interrumpir el descenso de las orugas. Acaban muriendo de inanición en su interior. Se puede aplicar un insecticida piretroide sobre ellas y retirarlas una vez muertas.

También se puede rellenar el cono de tierra para propiciar el enterramiento de las orugas y que puedan continuar con su ciclo, pero sin llegar al suelo. De esta forma se evita el contacto con mascotas y personas.

Trampas de feromonas

Durante el verano, entre mayo y septiembre, se pueden colocar trampas con feromona sexual femenina colgadas de las ramas de los pinos.

Se capturan los machos, evitando que puedan aparearse con las hembras. Con una trampa por hectárea (10.000 m2) es suficiente.

Endoterapia (inyección de baja presión)

Consiste en introducir insecticida mediante una inyección a baja presión en el tronco, desde donde se difundirá al resto del árbol.

Es el tratamiento fitosanitario por excelencia para pequeños grupos de pinos. Con un solo tratamiento entre septiembre y diciembre es suficiente.

Tratamiento químico

Bacillus thuringiensis: es un insecticida biológico compuesto de miles de bacterias, que se mezcla con agua y se aplica pulverizando con mochila, cañón o en tratamientos aéreos en Ultra Bajo Volumen (ULV). Está admitido en agricultura ecológica por no tener incidencia negativa en el medio ambiente. Las orugas, al comer acículas impregnadas con el producto, mueren. Su aplicación debe hacerse durante el inicio del otoño (septiembre-octubre).

Insecticidas químicos convencionales: se utilizan aquellos que contienen piretroides como materia activa: Alfa cipermetrin, Cipermetrin o Deltametrin. Se realiza una pulverización directa de los bolsones con el insecticida, usando mochila pulverizadora, o cañón para alcanzar gran altura. Se trata en cualquier momento a lo largo del invierno, especialmente cuando las orugas son jóvenes, que se sitúan en las zonas bajas de las copas y son más sensibles al producto.

Otros tratamientos

Mojar con abundante agua copas, troncos y suelo circundante, para disminuir la agresividad de los pelos urticantes de la oruga.

Depredadores naturales

Las aves insectívoras como el carbonero, herrerillo, críalo, abubilla, urraca y cuervo son depredadores naturales de la procesionaria. Se puede favorecer la presencia de estas aves colocando cajas-nido y dejar que la naturaleza actúe por sí misma. Las orugas de procesionaria del pino también son atacadas por hormigas, cigarras, avispas y diversos parásitos (algunos dípteros e himenópteros).

 

 

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